lunes, 23 de marzo de 2015

Resultados vs Esfuerzo

La vida del ser humano es algo natural, basta con respirar para confirmar que vivimos, pero ver qué tan productiva o propositiva es nuestra vida es algo muy diferente. De hecho, lo productivo de una vida o el propósito cumplido de esta, es lo que le da sentido a esa existencia y es el legado que ese ser le deja a su entorno, su mundo.
 
A muy pocas personas nos gusta ver nuestras vidas como algo que debe producir porque eso implica, irremediablemente, presentar resultados. Y para presentar buenos resultados, resultados positivos, se requiere de esfuerzo y eso implica la gran mayoría de las veces, salir de nuestra zona de confort.
 
Pero en esta reflexión no quiero centrarme en el asunto de la zona de confort, sino en el análisis resultados vs esfuerzo.
 
¿Por qué deseo hablar (o escribir) sobre este tema?
Porque tiempo atrás, precisamente para no tener qué salirme de mi zona de confort me excusaba en la frase "El esfuerzo es lo que cuenta", sin embargo usaba esa frase solo para justificar mi falta de resultados positivos.
 
No se si estoy siendo lo suficientemente explícito, pero espero poder transmitir una idea clara. A ver intentaré explicarlo con un sencillo y muy futbolero ejemplo.
 
¿Han escuchado la frase: jugamos como nunca pero perdimos como siempre?
Ese es un claro ejemplo de la diferencia entre esfuerzo y resultados. ¡Ojo!, no estoy restándole importancia al esfuerzo, de hecho el esfuerzo tiene mucho mérito, con él se amplían las posibilidades de conseguir el éxito, pero para ser honestos, lo que determina el éxito son los resultados, no hay más.
 
Yo se que al invitarte a vivir tu vida en base a resultados puede resultarte un poco incómodo, puesto que vivir de esa manera implica mostrar no solo nuestros éxitos, sino que también implica evidenciar nuestra falta de eficiencia alcanzando metas, y la verdad a muy pocos les gusta hacer eso.
 
Pero de qué otra forma podemos transformar nuestras vidas en vidas productivas y propositivas si no es habituamos a vivir en base a resultados.
 
La invitación concreta es esta.
Consigue uno o varios testigos y delante de ellos haz una declaración pública de lo que quieres conseguir, de lo que te comprometes a hacer para lograrlo, los precios que estás dispuesto a pagar y en cuanto tiempo lograrás tus objetivos.
 
La finalidad de los testigos no para en testificar tus declaraciones, sino en el hecho de que deberán comprometerse a darle seguimiento a la serie de compromisos que hagas para alcanzar tus objetivos y confirmar que estos se cumplan en tiempo y forma.
 
¿Para qué hacer esto? ¿Para qué mortificarnos la existencia con semejante propuesta?
¡Muy simple! para asegurarnos de que nuestras vidas no pasen inadvertidas por este mundo, para asegurarnos de que nuestras vidas son productivas y que el propósito de estas sea cumplido.
 
¿No te gustaría, al final de tu vida, ser capaz de decir: Valió la pena?
Recuerda esto: Vivir como si no fuéramos a morir es un error, un muy lamentable error; pero, morir como si nunca hubiésemos vivido es algo desolador y terroríficamente triste.
 
Animo, Dios te ama....y yo también :)
 
 
 
 


JulioOchoaMX
El mundo según yo.